viernes, 27 de febrero de 2015

Materiales felices: Tintas Winsor & Newton ☀

Si tengo que ser sincera, soy una persona cómoda a la hora de dibujar. Siempre uso los mismos materiales (lápices grafito, tiralíneas, un lápiz pasta blanco y un par de lápices de colores), y me agobia un poco aprender técnicas nuevas, porque soy malísima al principio y eso me deprime un poco (ノ◡・。).

Últimamente, dentro de que he empezado a seguir a un par de dibujantes que me gustan en tumblr, en facebook, y que me he hecho adicta a esos videos de 'speedpaint' en youtube -sólo es gente pintando algún dibujo en cámara rápida (゚ヮ゚')-, me he atrevido a comprar un par de materiales nuevos y a probarlos por mí misma. En el viaje compré varios que quisiera aprender a usar, y el primero en la lista a la hora de intentar fueron, obviamente, las Tintas Winsor & Newton.


Mi trauma con las tintas viene de las clases de arte en el colegio. A más de alguno nos pasó, o al menos en mi colegio era casi una tradición, el típico trabajo en que te mandaban a hacer patrones de colores con tinta china. Una enorme hoja de block con muchos triángulos, o círculos, o cuadrados con distintos matices de color. Mi experiencia se resume a estar terminando por fin los últimos tres triángulos, a un compañero corriendo junto a mi mesa, chocando con la tinta, y adiós a mi obra de arte.

Fuera de que tuve que empezar todo desde el principio, la tinta siempre me ha parecido un material difícil de manejar. Su consistencia es complicada, las probabilidades de manchar el dibujo (o mancharte, en su defecto) son altísimas por lo líquida que es, y en resumen, el caos está demasiado cerca para alguien con una pata tan mala como la mía.


Sin embargo, cuando vi el pack de ocho tintas en la estantería de Artist & Craftsman Supply, no pude evitar dejarme llevar por la euforia de estar en una librería tan grande y comprarlas también ╮(─▽─)╭.

El pack me salió algo así como $20 dólares (estaba en oferta), y contiene ocho colores: Rojo escarlata, Verde esmeralda, Amarillo canario, Café avellana, Azul, Violeta, Naranjo y Negro. Cada frasco tiene 14 ml de tinta.




A la hora de pintar, mi primer intento fue un desastre. Tal como predije, se manchó, me manché, agua, tinta y caos por todos lados. Lo dejé por ese día, ya que se estaba haciendo tarde, y guardé el dibujo, esperando que secara. Es horrendo, así que no lo mostraré, pero ya para el siguiente le había tomado un poco más el ritmo a la cosa, y me dispuse a dibujar demonios de la mitología japonesa.

Había querido intentarlo hace bastante tiempo, para ver si podía dibujarlos en la ropa de mis personajes, o quizás intentar hacer un par de máscaras (de esas que se ocupan en los festivales). Fueron cinco intentos pintados con 4 colores, y quedé medio satisfecha con el resultado. Los demonios no son bonitos, lo sé, pero al menos me di cuenta de que podía dominar la tinta si me dedicaba a pintar con calma.

Ya al día siguiente, lo intenté con un par de rostros humanos en estilos diferentes. Incluso le agregué algo de color al segundo. Mi pulso ya se afinó al pincel (estoy usando uno número 0, de una marca cualquiera), y ya aprendí un poco a trabajar con el degradé, agregándole agua a la tinta.

A pesar del pánico que siempre me provoca intentar cosas nuevas, tengo que decir que con el pasar de los días, la tinta se ha convertido en uno de mis materiales regalones. Es muy relajante intentar cosas nuevas con ellas, y si dejamos de lado el afán por evitar las manchas, o por que todo quede bien al primer intento, resulta acogedor sentir cómo la mano se acostumbra a un 'nuevo trato' para con el pincel.

La tinta china es un material barato que se puede encontrar en cualquier lugar, y sus posibilidades de uso también son variadas. Puede ser con pincel, o con un lápiz, y las técnicas son muchas. Como recién estoy aprendiendo, no puedo mostrarles nada de eso de mi propia mano, pero en mi búsqueda por saber cómo utilizarlas, he visto (en youtube, o pinterest) personas que tienen técnicas impresionantes.

Si se animan a intentar algo nuevo, creo que no se arrepentirán, y espero que lo disfruten tanto como yo lo estoy haciendo (▰˘◡˘▰). Lamento si mis dibujos les parecen feos (ಥ◡ಥ), estoy en un proceso de encontrar algún estilo definitivo, por lo que estoy probando muchas cosas (formas, colores) que no he usado antes.

¡Espero que estén disfrutando los últimos días de vacaciones! Para quienes ya entraron, mucho ánimo también. Yo trataré de aferrarme al par de días felices que me quedan. 

Mucho amor para todos, y nos vemos en la próxima entrada (゜∇゜)ノ.


¡Ah! Casi lo olvidé. ¡No he podido responder los comentarios de las entradas anteriores!
Me dedicaré a hacerlo más tardecito. Y, muchas gracias a los nuevos seguidores, 
son un sol y me hacen muy feliz (ಥ⌣ಥ✿).

viernes, 20 de febrero de 2015

Fujifilm Instax Mini 8: ¿Por qué tenerla y por qué no?

Soy de esas personas a las que, si se les mete tener alguna cosa entre ceja y ceja, casi no pueden dormir hasta que está finalmente en sus manos. Ésta pequeña cámara, la Instax Mini 8, fue aquel capricho fijo que quería conseguir a toda costa de una buena vez.



La idea era tenerla antes de emprender el último viaje, pero con todo esto de la navidad y que al parecer el stock que tenían en mi ciudad era ínfimo (siempre estaban agotadas y nunca llegaban más), no pude conseguirla. Mi mamá me sugirió buscarla cuando llegásemos allá, y para variar, tuvo razón. La encontré en Urban Outfiters (sorprendentemente un poquitín más caras que acá, pero no lo suficiente como para no comprarla).

Reseña:

Antes de conocer su magia, mi mamá me preguntó un millón de veces para qué demonios quería gastar más dinero en otra cámara, si con la que ya tengo bastaba y (además) sobraba. El gran truco de esta pequeña, es que es instantánea, es decir, toma fotos y las revela al instante.

Además de ser muy práctica, y de tener ese toque nostálgico de las cámaras que usaban mis padres (es decir, tomar una foto sin saber a ciencia cierta cuál será finalmente el resultado), la Instax Mini 8 es realmente compacta, liviana e ideal para transportar a todos lados. Ideal para algún viaje, o para una salida sencilla con amigos (a la que llevas un bolso pequeño), para capturar el momento.

Dentro de otras cosas un poco más técnicas, la cámara cuenta con varios filtros de luz y con una pequeña lucecita anaranjada que te indica cuál es el más adecuado tomando en cuenta la luz que haya en el momento. La cámara te indica si has de ponerla en modo Interior, Nube, Sol, Mucho Sol o Hi-Key (para un retrato más nítido, por lo que tengo entendido).

Funciona con dos pilas AA, y usa un cartucho (o película instantánea, como prefieran) muy sencillo de instalar que contiene 10 fotografías. Los que he comprado hasta el momento vienen en packs de dos cartuchos, es decir, 20 fotografías, y otros que son individuales con diseños especiales. Dentro de las fotos con diseño, hay una enorme variedad de opciones, de dibujos animados, de colores, con pintitas, cuadritos, en fin, muy entretenido.





Con respecto a las fotografías, su tamaño es de 62 × 46mm, pequeñas, algo así como el porte de una tarjeta de crédito. Son perfectas para guardar en cualquier lugar y (según lo que he leído de la experiencia de otras personas), su duración es eterna.


 ¿Por qué tenerla?

Las razones para tener esta cámara son infinitas. Su practicidad, la principal de todas, seguida de cerca porque resulta el remedio perfecto para todos aquellos a quien nos deprimía ver cómo habíamos dejado de imprimir nuestros recuerdos, conformándonos con tenerlos en un archivo con no sé qué nombre en el computador, donde las probabilidades de perderlos accidentalmente son muy altas -Ley de Murphy, todo lo malo que pueda pasar, va a pasar-.

¿Por qué no tenerla?

Aquí nos quedamos un poco más escasos de material, pero las razones no dejan de existir. El principal disuasivo a la hora de adquirir esta maravilla es el costo monetario, y no hablo del costo de la cámara en sí, sino de los cartuchos. El precio de la cámara es de 50 mil pesos más o menos, y el de los cartuchos, por lo que tengo entendido (aún no he tenido que comprar ninguno en Chile), fluctúa entre los 18 y 20 mil pesos, por el pack doble. Y como la cámara no es nada si no están los cartuchos para acompañarla, si no es una certeza que puedan hacer ese gasto continuamente no tiene mucho sentido comprar la cámara en primer lugar.

¡Aún así! No hay que decepcionarse mucho por este último punto. Estuve mirando en Ebay, y tanto las cámaras como los cartuchos son muchísimo más baratos si se mandan a pedir al extranjero, en especial éstos últimos si se mandan a pedir en grandes cantidades. En fin, si pueden armarse de una tarjeta de crédito y paciencia hasta que lleguen sus pedidos, también es una excelente opción.


Para terminar, quería mostrarles un detallito que compré para la cámara, también en Urban Outfiters: un álbum de fotos (en realidad compré dos, el otro todavía está empaquetado -algo me dijo que se me llenarían pronto-). Es especial para el tamaño de fotografía que sale de la Instax Mini 8, y tiene capacidad para 65 fotos (incluyendo la de la portada). Costó algo así como diez dólares, pero me alegró tener un lugar para proteger todas las fotos que fuese tomando.


Y eso sería todo lo que tengo para contarles acerca de una de mis compras favoritas (y más útiles) del viaje. Desarmar las maletas ha sido todo un caos, hay tantas cosas que tengo la habitación patas' arriba (⊙‿⊙✿). Dentro de un tiempo haré una entrada acerca de cómo se usa, y de cómo me ha resultado tomar fotos en distintos lugares.

¡Espero que tengan un buen fin de semana! Aprovechemos lo que queda de vacaciones antes de entrar a clases (*゚ー゚*)ノ -lo digo mucho, porque es tristísimo, y tengo que adecuarme a la idea de volver al martirio (ノ︵・。)-.

Mucho amor para todos y nos vemos en la próxima entrada (゚ヮ゚❀)ノ.


lunes, 16 de febrero de 2015

Lo mejor de viajar es volver (゚ヮ゚✿)ノ.

Quien inventó aquel dicho que dice que lo mejor de cualquier viaje es volver, oh Dios, tenía mucha razón. Reporto que he vuelto a pisar tierra nacional sin ningún problema, y que felizmente puedo contarles que ya estoy cómodamente instalada en mi casa (▰˘◡˘▰).

Les comenté en la entrada anterior que haríamos un viaje de vacaciones junto a mi familia que duraría tres semanas. El tiempo pasó muy rápido y ya estoy de vuelta ☆☆☆. Espero que estos días de ausencia hayan sido igual de buenos para ustedes de lo que fueron para mí! Les cuento.

El viaje hacia allá es de unas nueve horas corridas. A nosotras nos tocó hacer una escala en la ciudad de Bogotá, Colombia, de nueve horas de ida y siete de vuelta, así que el viaje se nos hizo muy eterno y sin fin (ノ◡・。). Aunque no soy quién para quejarme, ya que el aeropuerto colombiano tiene wifi y comida rica, además de asientos (incomodísimos, pero bueno) para dormir lo que fuese necesario.



Los primeros cinco días los pasamos en Orlando, Florida, donde nos quedamos en un hotel muy bonito. Ocupamos nuestra estadía allá para visitar muchos parques de diversiones, como Disneyworld, el Seaworld, y un parcito más. A pesar de que fue agotador (los parques son enormes, y hay que caminar un montón) lo pasamos muy bien. Las montañas rusas temáticas fueron mis favoritas.



Después de esos días, viajamos hasta el puerto de West Palm Beach para abordar el crucero ヽ(´▽`)ノ. Lo que es yo, nunca en mi vida me había subido jamás a un barco siquiera (mucho menos a un crucero), así que estuve muy expectante de todo al abordar. Lo único que podía pensar era en el Titanic, y en memorizar el camino para salir si la cosa comenzaba a hundirse (°⌣°'). Estuve muy cerca de ponerme el salvavidas durante todo el viaje y rogar por mi vida ahahahaha.

Acerca de la experiencia, todo en el barco es tal como se pueden imaginar. Las habitaciones son un poco más pequeñas que las de un hotel promedio, y el baño es pequeño. La comida estaba deliciosa, y el barco en sí estaba poblado por un 90% de viejitos ╮(─▽─)╭. Lo peor del mundo ocurrió: El mareo. La sensación horrible de ir meciéndose todo el tiempo me hizo muy mal, y estuve sufriendo gran parte del tiempo (ノ◡ಥ。). No me subiría a otro, de ser posible.


Bajamos del barco en Bahamas, después de pasar toda la noche viajando. Pasamos un día completo ahí, haciendo un par de compras (souvenirs, más que ninguna cosa) y en la playa. El hombre que nos llevó desde el barco hasta la ciudad nos hizo una pequeña introducción acerca del sector, de la gente, la moneda, los lugares turísticos. Fue una bonita experiencia.

Después de un ajetreado viaje de vuelta hasta Miami (hubo tormenta el día en que volvimos, pueden imaginarse cómo se movía el barco y cómo sufría mi pobre estómago), pasamos el resto de los días del viaje descansando en el hotel, yendo a la playa y saliendo de compras.

¡Tengo un montón de cosillas que quiero enseñarles acá! Desde la feliz Fuji Instax Mini 8 (que estaba ansiosa por tener de una buena vez), hasta muchos libros y materiales nuevos. Como toda buena mujer, compré una cantidad grosera de ropa y zapatos (‘ ∇‘ )ノ, en una de esas me animo a mostrarles también cuáles son mis tiendas favoritas y más o menos cuáles son los precios de las cosillas, y qué es lo que más conviene comprar afuera.



En fin. Estoy muy feliz de haber vuelto a casa. Mi naturaleza casera siempre manda, y me hace desear volver. Tal como les comenté en la entrada anterior, pude hacer una efectiva huida de la realidad durante tres semanas, y me hizo bien. Ahora me queda solucionar los problemillas que dejé acá antes de irme, y prepararme para volver a clases en un par de semanas más.

Espero no haberles aburrido con mi burra narración de lo que fueron mis vacaciones (゚ヮ゚). Me alegro de volver a escribirles, y espero que estén disfrutando también de sus días libres ♡. Muchas gracias a los nuevos seguidores, y a los que visitaron el blog en mi ausencia.


Me prepararé ahora para mostrarles las cosillas nuevas ☀. 
Mucho amor para todos, y nos vemos en la próxima entrada ∩(*・∀・*)∩.

Small Cute Gold Pointer